Traducción: Elizabeth Vásquez
"Cuando era percibido como una mujer gorda, me sentía objeto no sólo de un asco profundo, sino de un desprecio venenoso y maligno. La gente, especialmente los hombres, comentaban sobre mi apariencia como si yo estuviera en deuda con ellos por no ser atractiva a sus ojos; como si estuviera rompiendo una regla fundamental por sentirme a gusto con mi cuerpo sin necesidad de su aprobación. Por el contrario, ahora rara vez me miran dos veces. Como hombre gordo, todavía siento alguna discriminación, pero la sensación no es ni por asomo tan intensa, sancionadora y permanente como lo era antes. El juicio sobre mi cuerpo ha cambiado exclusivamente a partir de la percepción social de mi género. Esto es privilegio masculino puro y duro. Vivimos en una sociedad que ha construido toda una industria sobre el abuso a aquellas mujeres consideradas "insuficientemente atractivas" a los ojos de los hombres.
"Cuando era percibido como una mujer gorda, me sentía objeto no sólo de un asco profundo, sino de un desprecio venenoso y maligno. La gente, especialmente los hombres, comentaban sobre mi apariencia como si yo estuviera en deuda con ellos por no ser atractiva a sus ojos; como si estuviera rompiendo una regla fundamental por sentirme a gusto con mi cuerpo sin necesidad de su aprobación. Por el contrario, ahora rara vez me miran dos veces. Como hombre gordo, todavía siento alguna discriminación, pero la sensación no es ni por asomo tan intensa, sancionadora y permanente como lo era antes. El juicio sobre mi cuerpo ha cambiado exclusivamente a partir de la percepción social de mi género. Esto es privilegio masculino puro y duro. Vivimos en una sociedad que ha construido toda una industria sobre el abuso a aquellas mujeres consideradas "insuficientemente atractivas" a los ojos de los hombres.
Michael Young, "Male Privilege and Transitioning From a Fat Woman to a Fat Man".
Fuente: "The Rainbow Hub", www.therainbowhub.com.
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