A Carolina (primera desde la izquierda) le rompieron la cara en su lugar de trabajo anoche. Penosamente, desde que desde hace un tiempo en la calle se percibe que la diversidad sexo-genérica ya no es un tema tan respetado como antes en el discurso público, la violencia contra la población de trabajadoras sexuales trans ha incrementado. En el anterior altercado que sufrió Carolina, los agresores le dijeron a ella y a una compañera que "los m..." ya se fregaron porque su presidente ya no les quiere. Sí, son una minoría, son mayores, son jubiladas sin pensión y escogieron su género contra todo pronóstico académico. Pero, minorías o no, es una verdadera lástima que las palabras más públicas del país a ellas, concretamente, les hagan esto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario